POR: Francisco Arenas Murillo
ALGO EXTRAÑO SUCEDIÓ EN MORENA Y ENTRE LOS MORENISTAS EN LAS ULTIMAS SEMANAS, que se les observa más cautos en sus acciones públicas, con una tendencia a reducir los protagonismos individuales y sobre todo trabajar ahora sí como un partido político.
Quien sabe si será porque ya entendieron que son a organización política en donde se concentra la atención de los distintos subgrupos sociales en el Estado o porque finalmente les llegó una instrucción de mucho peso y control desde el centro del País.
Eso sucede también cuando faltan poco mas de tres meses para el inicio del año electoral y en donde ellos, los morenistas, deberán empezar a trabajar de manera formal, institucional, legal, para tratar de refrendar lo realizado en Julio del 2018.
Se observa a un Jacobo Mendoza con un mayor control en la toma de decisiones de Morena, asumiendo decisiones y a veces golpeando la mesa cuando se tratar de enviar un mensaje de mano firme.
Eso, cuando está a punto de dejar a dirigencia estatal morenista en manos de Adolfo Salazar Raso quien por su parte ha dado un paso al costado y desapareció del radar de la arena política sonorense.
Le han instruido que su momento de encabezar los destinos de la organización aun no llega por lo que debe dejar de pontificar en torno a morena y su futuro.
Desde esa perspectiva, con Morena asentado ya como partido político, también se visualizan las figuras que empezarán a conformar el círculo desde donde se tomarán las decisiones políticas rumbo a las elecciones del 2021 y que seguramente formarán parte también del grupo de estrategas del próximo candidato o candidata al gobierno del Estado.
Deberá observarse por ahí a Ernestina Castro Valenzuela quien, a pesar de los resultados arrojados durante los períodos de sesiones ordinarias del pasado, resistió los intentos por sacarla del cargo y obtuvo un apoyo definitivo desde el centro del País y en estos momentos se ha convertido en la principal negociadora de Morena sobre temas de alto impacto social y político en la cámara local.
De ahí mismo, del Congreso del Estado, a los tomadores de decisiones de Morena en el plano nacional ha llamado la atención de la diputada Diana Platt quien se ha conducido no solo con la suficiente institucionalidad sino la responsabilidad necesaria para evitar que la bancada morenista se haya desarticulado en meses anteriores.
Martín Matrecitos es otro diputado que entendió finalmente el por qué se debe trabajar en equipo desde el legislativo con todos los grupos hacia el interior de su partido y ese cambio de actitud lo coloca dentro del grupo que estará cercano al o los proyectos electorales del próximo año.
La alcaldesa de Hermosillo Célida López sin duda alguna será una de las figuras principales dentro de los cuadros del movimiento guinda para dirigir alguna estrategia especializada en temas de políticas o administración pública, ya sea como candidata o figura especial de la mesa de operaciones de Morena y su candidato o candidata a la gubernatura.
Las diputadas federales Lorenia Valles y Wendy Briceño tendrán cada una sus respectivos roles en las fechas próximas de las estrategias morenistas, pues ambas forman parte de los activos de la cuarta transformación y se aprovecharán sus herramientas personales para sacar adelante los proyectos que se avecinan.
Se pudiera pensar que a la congresista Wendy Briceño se le relegará en los próximos meses entre los morenistas a partir de confrontaciones con otros personajes de esa organización política, sin embargo, tiene un capital personal y de grupo importante que le resultará valioso a la institución y por eso mismo seguramente estará entre los grupos de tomadores de decisiones.
Lorenia Valles ha escalado posiciones importantes al interior de la cuatroté sobre todo por su capacidad de negociar y su experiencia en el territorio electoral, y es bien vista desde el centro del País y ahí estará, cerca de los que tomarán decisiones.
Anoten también al superdelegado en Sonora Jorge Teddei quien a pesar de ser una figura controversial, con poco tacto político, tiene la ventaja se que siempre ha estado cerca de los que toman decisiones en Morena y a querer o no, estará seguramente entre los cuadros que definirán las estrategias electorales de Morena en el 2021.
Habrá otros más sentados en esa mesa y en sillas que aún no tienen personificadores, también muchos más se sorprenderán porque no serán invitados a colaborar con el próximo candidato o candidata morenista, pero desde estos momentos en Morena se toman las cosas de manera diferente, con más calma, operando de manera discreta sin llamar la atención como lo hicieron en el 2018 cuando sorprendieron a todo mundo por los resultados electorales obtenidos.
Así trabajan… así operan ellos y saben que si ya les funcionó una vez, podrán repetir la formula del trabajo, mejor diseñado y con los errores corregidos.