POR: Francisco Arenas Murillo
SI AYER LES COMENTAMOS QUE ALFONSO DURAZO APARECE CON UNA AMPLIA VENTAJA SOBRE SUS COMPETIDORES QUE TAMBIÉN BUSCAN la gubernatura del Estado, la alcaldesa con licencia en Hermosillo Célida López registra números más que interesantes en todas las mediciones que se encuentran en escritorios de tomadores de decisiones.
Tanto en Palacio Nacional como en otras oficinas, Célida López registra niveles de más de 15 puntos en la preferencia electoral sobre su más cercano competidor Antonio Astiazarán quien a pesar de sus esfuerzos por colocarse en niveles competitivos, no logra acercarse a la alcaldesa con licencia.
De los otros aspirantes a la presidencia municipal es poco lo que se puede decir, excepto que sus intentos por colocarse en la preferencia del elector se quedan en eso, en meros intentos.
La candidata de Morena cuenta con un amplio respaldo popular a partir de las decisiones asumidas durante el trienio que encabezó la administración municipal, sobre todo corregir el desastre de la falta de atención a las calles de la capital sonorense producto del descuido en los planes de rehabilitación.
Pero, además, el factor de recuperar la seguridad para las familias en delitos patrimoniales como robo a casa habitación y asaltos, pero sobre todo, el mensaje de autoridad enviado cuando canceló a empresas privadas los contratos por la prestación de alumbrado público, del relleno sanitario y la investigación iniciada en el tema de la planta recicladora de agua.
El trabajo realizado por Célida López le ha generado el suficiente capital político para utilizarlo como su principal ventaja competitiva en esta contienda en donde se observan menos riesgos para la posibilidad de que obtenga un triunfo inobjetable el próximo seis de junio.
Pero además, cuenta con una interesante estructura de operadores político electorales en donde se han sumado personalidades que en años pasados fueron artífices de las victorias de candidatos tanto del PRI como del PAN pero que en esta ocasión, desconsolados y traicionados por sus dirigencias estatales, decidieron no trabajar para los candidatos de la alianza “Va Por Sonora” y respaldar aquellos proyectos en donde les reconocen su capacidad de trabajo.
Los mensajes van dirigidos hacia los dirigentes del PRI y PAN Ernesto de Lucas y Ernesto Munro respetivamente.
Esos operadores del PRI y del PAN no esperan nada a cambio de su trabajo, pero sí enviar un mensaje a los grupos de poder de los partidos en los que militan, de que son ellos, no los que toman las decisiones, los que deciden y definen los triunfos y las derrotas de los candidatos y de las marcas.
Sus labores eran hasta hace poco de baja intensidad, a la sombra, pero altamente efectivas, tanto que han contribuido a incrementar notablemente la posibilidad de triunfo de Célida López.
Sin embargo, ante la cercanía del cierre de las campañas, poco a poco empiezan a evidenciar sus funciones para demostrar sus capacidades operativas.
Y eso mismo hacen los principales operadores del PAN y del PRI en casi todos los municipios del Estado, incrementando las posibilidades de triunfo de los candidatos de Morena y enfilando a los de la alianza “Va Por Sonora” a un destino irremediable que será la derrota electoral.
Otro de esos casos es el de Javier Lamarque en Cajeme al que muchos le daban pocas oportunidades de triunfo, sobre todo por los desacuerdos verbales y de actitud registrados al interior del partido guinda en esa región sonorense.
Pero las alianzas de facto entre militantes del PRI y del PAN más la fortaleza de la marca y la figura de Alfonso Durazo como candidato a la gubernatura, lo reimpulsaron y se encuentra en una posición no solo de alta competitividad sino de posibilidades de triunfo.
Pero de vuelta en Hermosillo, a pesar de encabezar las preferencias electorales en estos momentos, Célida López no baja el ritmo de su trabajo porque si lo hace caerá en la confianza y puede cometer errores que costarían puntos valiosos.
Eso porque hay que reconocer que el candidato de la alianza “Va Por Sonora” Antonio Astiazarán ha realizado un trabajo intenso por todo el territorio capitalino, con mucho corazón e intensidad en un intentos por lograr captar la atención de los electores de Hermosillo y que puedan no solo atender sus propuestas y mensajes, sino además su identidad con una de las zonas más etnocéntricas de Sonora.
Quedan pocos días y parece complicado que se puedan remontar las intenciones del voto en la capital sonorense.
A ver.